CRÓNICA DE CUARENTENA (2020)
Diariamente el Señor Fantasma mira el desconocido exterior desde su ventana añorando estar ahí.
Le impacienta saber qué sucede afuera y visita portales de noticias; mientras lee los titulares su cuerpo comienza a tensarse y lo único que puede escuchar es a su corazón latiendo escandalosamente, llenando toda la habitación de un pánico incontrolable.
Más tarde, se va a acostar con un gran nudo en el estómago y completamente convencido de no querer salir nunca más de su casa; pero, cuando por fin se queda dormido, su mente lo traslada frente a la barrera metálica que lo separa del orbe y se pregunta cómo puede temerle tanto al mundo del que forma parte.
Aunque hay momentos muy malos, la Alegría visita ocasionalmente al Señor Fantasma: entra a su hogar y lo acompaña durante todo el día manifestándose de distintas formas; por ejemplo, siendo la cálida y hermosa luz que ilumina a sus plantas por la mañana, u otras veces se inserta en sus ojos y le permite ver con claridad que no está solo. También lo inspira a llamar a las personas que más extraña, y aunque en ocasiones eso lo pone triste, llena a su corazón de felicidad poder escuchar sus voces.
El Señor Fantasma despide la visita de la Alegría disfrutando de su sinfonía favorita.
El Señor Fantasma sabe que no puede existir plenamente mientras su alma esté llena de tanto miedo. Entonces un día se arma de mucho valor, se protege como puede y sale brevemente a saludar al mundo...
No puede creer que ya había olvidado cómo se siente la dulce calidez del Sol sobre su cuerpo.